Escritora: Mercedes Peregrín
Pintora: María Valverde
Mercedes escribió este poema con la intención de que un alumno de pintura realizará la obra gráfica. Aquí podéis ver el resultado de ambos trabajos de libre creación.
El mar enseñaba sus enromes fauces amenazadoras.
Mostraba sus afilados dientes blancos con gestos provocadores.
Gruñía rabioso por no conseguir atrapar a su presa.
Mientras, Pedro y Enrique lo contemplaban con ojos fascinados
sin poder retroceder ni un paso.
Seducidos y presos por su grandeza no despegaban sus pies
del extremo del malecón solitari que tenían como única compañía.
Iba cayendo la noche.
La falta de luz hacía aun más siniestrado a su feroz enemigo
y más agudos sus bramidos.
Se vieron al momento cogidos de la mano
inmóviles ante tan insólito espectáculo.
Quería huir pero sus pies no les respondían.
Se encontraban poseídos por alguien o algo que les impedía huir.
¡Algo tan extraño e indefinido los había penetrado sin posibilidad de reaccionar!
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