Por primera vez la puerta de la habitación estaba cerrada. Jamás podrían olvidarlo y así fue como la familia de Katherine lo recordaban una vez más tras esa puerta.
Katherine tenía diez años. Junto a su hermano pequeño, Kevin, y sus padres esa Navidad iban a cumplir un sueño, visitar los pueblos de la Alsacia francesa. La decoración navideña iluminada por brillantes y llamativas luces, los mercadillos…perderse por sus calles era la mejor opción para conocer esos lugares.
Se alojaban en un coqueto hotel de ocho habitaciones, los hermanos en una y los padres en la contigua que los conectaba con una puerta interior. Todo ocurrió muy rápido, como ocurren las desgracias. De repente, cuando amanecía, Kevin irrumpió en la habitación de sus padres gritando que su hermana no se despertaba. Acudieron los padres y así era, Katherine había dejado de respirar. Cuando Cuando llegaron a la habitación los médicos solo pudieron certificar su muerte, muerte súbita fue la única explicación que le dieron.
Los padres y el hermano pequeño volvieron a su país totalmente desolados no había consuelo para ellos. Se marchaban sin su hija y el sueño de la familia quedó sin cumplir. Pero el alma de la niña sé quedo impregnando por todas partes, en sus paredes, mesas, armarios, en cada rincón de ese hotel. Cada Navidad, cuando llegaba la noche, su espíritu se acercaba a la cama de los niños y niñas que iban hacer turismo y suavemente les cubría con la manta, les arropaba para que no pasaran frío, les protegía para que no les ocurriera nada malo. Algunos pequeños, cuando iban cerrando sus ojos para dormirse cansados y con la ilusión que conlleva ver la Navidad alsaciana, sentían esa protección. Por la mañana recordaban algo extraño, pero pensaban que serían sus padres o que lo habían soñado, así fue como ocurría cada año por esas fechas.
Después de diez años, la familia de Katherine volvió a ese mismo lugar, en sus corazones les había quedado que tenían algo pendiente que cumplir, así que allí estaban disfrutando y recordando a su amada hija cumpliendo su sueño ya que ella no lo había podido realizar. El ultimo niño que el fantasma de Katherine arropó y protegió fue su querido hermano Kevin. Era lo que realmente ella estaba esperando que volvieran junto a ella a completar ese viaje y así poder descansar para toda la eternidad.
Salama
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